Pensé que había montado por terrenos duros y claro, he montado bici en varios lugares y pensé que había conocido los más rudos, pero Huaraz destruyó mi ego.
Había partes que sé que podía pasar, ¡claro!, pasé muchos tramos muy duros y me salieron los súper poderes sobre la bicicleta, pero había otras partes que sabía que las podía pasar, pero no sé, quizás fue lo vertical y expuesto con lo que no podía lidiar mi mente.
Dimos la vuelta a la Cordillera del Huayhuash en Huaraz hace casi 7 años y encontré terrenos accidentados y muy duros, algunos imposibles, pero no se comparaba con los que encontramos en la cordillera Blanca y Cordillera negra del Callejos de Huaylas… Huaraz.
Huaraz es una ciudad medianamente pequeña y con gente muy amable que es fácil hacer amistad y rodar como locos, en este caso mi buen amigo Jean Marcos – El Negro, quien compartía el mismo amor que el mío por las montañas y la cerveza helada artesanal y con quien desde que nos conocimos pasamos buenos momentos en 2 ruedas.
La ciudad tiene todo lo que se necesita para pasarla bien, buenos restaurantes, barcitos, tiendas de ropa & equipo de aventura y agencias de viajes que ofrecen varios tipos de tours, así como tiendas de bicicleta como es “Montañas Mágicas” donde venden repuestos y herramientas que te pueden salvar en las duras rodadas.
En la ciudad hay muchas buenas rutas cortas y cercanas, pero las más representativas son “Punta Callan”, “Rodeo” y “Piteq”; pero por donde mandes la mirada a sus inmensas montañas, podrás encontrar infinitas alternativas de rutas y descensos épicos.
Con la ayuda de Bryan buscando líneas en mapas y Jean Marco, que originalmente es Escalador Profesional y conoce buenas rutas de bicicleta, pudimos encontrar muchas otras nuevas alternativas, una más difícil que la anterior. Lo fascinante de Huaraz es que te sientes protegido y a la vez intimidado por las inmensas montañas llenas de nieve y otras de roca viva, llamado La Cordillera Blanca y La Cordillera Negra.
La mayoría de las rutas de Enduro de Huaraz terminan siendo descensos extremos, debido a que las montañas son tan altas y empinadas, que la mejor forma de llegar a la cima es en carro y bajar desde lo alto. Te aseguro llegarás al final bien cansado de tanto bajar por rutas técnicas y de estar concentrado al límite.
Volviendo a hablar sobre la ciudad, una vez estés ahí, sentirás una emoción extraña, te imaginas que estás en un Parque de Aventura extrema, aquí llegan viajeros de todo el mundo a practicar deportes de aventura, siendo los más populares, la escalada en roca, escalada en nieve y trekking, porque Huaraz tiene varias de las mejores rutas de camino de montaña del mundo como son: Cordillera de Huayhuash, Cordillera Santa Cruz, Nevado Pastoruri, y una innumerable cantidad de senderos, los cuales también son perfectos para aventurarse en la bicicleta de montaña.
Huaraz y Cusco tienen algunas similitudes, por ejemplo: en Cusco existe el Valle Sagrado de los Incas y Huaraz tiene El Callejón de Huaylas, Cusco tiene Machu Picchu y Huaraz tiene Chavín de Huantar, el Cusco tiene la Montaña Ausangate y Huaraz tiene la Montaña Huascarán. Pero Huaraz tiene algo particular: Es infinito….
Como dice mi amigo Bryan: “Huaraz es como el Cusco, pero con Esteroides” … Mejorado, extremo, agreste.
Una ruta que me gustó mucho y me hizo redefinir el término de “Jardin de Piedra” o secciones de Piedra, fue “La Laguna de Llaca” la cual no presentaba algunas secciones de piedra, sino desde el inicio hasta el final de la ruta fue ¡TODO EL TIEMPO ROCA!: roca suelta, rocas gigantes, rocas pequeñas, curvas en roca, saltos de roca a roca y todas las formas y tipos de roca que te podrás imaginar. La mejor forma de hacer masajes en los brazos sobre la bicicleta.
Realmente pasamos buenos días rodando y lo más gracioso fue cuando regresé a casa, todas las rutas me parecían de Cross Country a cierto modo… Es broma, pero Huaraz es el mejor lugar para mejorar tus destrezas sobre la bicicleta.
Una vez conquistamos la mayoría de las rutas en Huaraz ciudad, nos mudamos al Callejón de Huaylas, al pueblo de Yungay (Parque Nacional del Huascarán), desde donde comandamos toda la expedición y donde recién venía lo bueno, mejor dicho, lo más difícil y extremo…
Nuestra primera salida fue hasta lo más alto del Parque Nacional del Huascarán (4700 metros) desde donde podíamos ver a la distancia la mundialmente famosa “Laguna de Llanganuco”
Realmente fue emocionante rodar tal ruta, había secciones de piedra que sinceramente, no entiendo cómo las logré pasar sin bajar de la bici.
El cielo totalmente azul, sin una sola nube alrededor y a los lados inmensas montañas cubiertas de nieve y nosotros sobre la bici, batallando con las rutas. ¡Sé que todos nosotros en ese momento pensábamos lo afortunados que éramos! y solo esperábamos NO CAGARLA (no caernos o golpear la bici) a esa altura y distancia no es buena opción pensar en un rescate.
Existen partes de roca granito, que son como gradas altas y verticales, no hay partes tan expuestas en la ruta, pero quizás lo complicado era: Mientras bajabas por senderos muy técnicos, tenías que buscar la línea adelante y memorizarla para luego programar tu mente y tus reflejos para seguir la línea sin falla alguna, en todo caso podías malograr algo de la bici o hacerte daño. En síntesis: Donde ponías la mirada, metías la bici.
Continuando con la ruta, llega la parte tranquila y de pedaleo en plano, en la cual vas bordeando la Laguna de Llanganuco y te dejas seducir por tan majestuosa belleza y paz. Siguiendo la ruta y luego de dar un buen descanso y sus respectivas fotos del lugar, es momento del segundo especial de la ruta: María Josefa, la cual es menos dura y difícil que el inicio de portachuelo, pero agrégale esta ruta: barro, raíces, riachuelos que mojan las piedras y las hacen resbalosas y muchos, pero muchos chachacomos (árboles endémicos de la zona). ¡Cuidado que rompas tu descarrilador o que los pedales se tranquen con las rocas! No será bueno eso.
Pudimos sobrevivir a María Josefa y continuando con el show le metimos un poco de XC, hasta llegar a mi parte favorita del trail “El bar container de la Cervecería Sierra Andina” Nunca sabré que hace un spot de Cerveza Artesanal en lo alto de una montaña y con un Bartender que sufría el mismo problema de adicción a la adrenalina que nosotros, fue quizás un regalo de la Pachamama. Pero es un lugar bueno para descansar y reponer energías.
Desde esa parte empezó mi parte más intensa del día. A unos metros del container de chela empezaba el tercer especial, el cual descendía exactamente por donde hace muchos años se desprendió un bloque gigante de nieve del Nevado Huascarán, produciendo una avalancha que arrasó con la ciudad de Yungay donde murieron 80,000 personas. Por lo cual durante toda la ruta se siente una energía muy intensa, es difícil de explicar, es como una mezcla de misterio, respeto y temor mientras desciendes hasta el pueblo de Yungay y pasas por un gigantesco campo santo con muchas tumbas alrededor…
Olvidé comentarles que hay unas plantas más ásperas y con micro-espinas que desgarran tu ropa cuando pasas con la bici a velocidad y son inevitables, en este caso fue la casaca de toda la vida de mi amigo Felipe.
Cabe resaltar que, en el Callejón de Huaylas, en el pueblo de Caraz venden los mejores helados artesanales del mundo mundial y dulces y manjares de leche. Pero también existe el Chifa más nocivo “Record de Guinness”
Fascinados por sus helados y dulces de leche, pero enamorado de sus rutas. Esta parte del Callejón de Huaylas está representada por caminos muy expuestos e inclinados, con tramos de roca granito y también tierra con piedras muy sueltas en varias partes. Al inicio los senderos juegan mucho con tu mente, debido a que es un tipo de terrenos y ride diferente, que no te genera tanta confianza y te hace creer que resbalarás o que es muy inclinado; una vez que encuentres el flow verás que es divertido, pero no todo acaba ahí; existen muchas curvas de rocas muy cerradas, algunas otras con gradas dentro de la curva y algunas otras curvas con gradas dentro de la curva y expuestos.
Después de tantos días viajando desde Cusco a Lima y luego a Huaraz es momento de descansar el cuerpo y la mente de tanto trajín. Nos hospedamos en un lodge muy bonito que está cerca de Caráz, donde pasamos un par de días para planificar nuestra siguiente y más fuerte ruta de montaña, hacer mantenimiento a las bicicletas y turistear un poco.
Tuvimos tanta suerte que el clima estuviera ideal para disfrutar de la Laguna de Parón (3 horas de Caraz), donde pasemos, nos dimos un chapuzón de agua helada, hicimos kayak y hasta tuvimos tiempo de dar una vuelta con las bicis. Definitivamente este lugar debes agendarlo en tu viaje.
Al fin pude parchar la casaca de Felipe que se había cortado en Yungay.
Huaraz tiene algo muy especial y particular para la bicicleta de montaña, solo falta seguir explorando, limpiando las rutas y así poder descentralizar los lugares más populares del MTB y ofrecer otras alternativas nuevas, mejoradas y experiencias únicas a todos los amantes de la bici que, cada vez quieren llegar más alto, más lejos y más extremo…
